No publicar hasta: 5 de diciembre de 2015 a las 8:30 CET
Sevilla, España – 5 de diciembre de 2015: En España, los inmigrantes latinoamericanos deberían someterse a pruebas para detectar la enfermedad de Chagas, especialmente las mujeres antes de quedarse embarazadas, según insistieron los médicos hoy en EuroEcho-Imaging 2015.1
La reunión anual de la Asociación Europea de Imagen Cardiovascular (EACVI), una filial registrada de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), está teniendo lugar del 2 al 5 de diciembre de 2015 en Sevilla, España.
La enfermedad de Chagas es una enfermedad potencialmente mortal provocada por el protozoo Trypanosoma cruzi (T. cruzi). Fue descrita por primera vez en 1909 por Carlos Chagas en Brasil. La enfermedad de Chagas es endémica en Latinoamérica, donde se transmite a través de insectos hematófagos que suelen vivir en las grietas de casas de construcción deficiente. Hasta el 40 % de los pacientes desarrolla una enfermedad crónica que afecta principalmente al corazón y presenta un riesgo elevado de muerte súbita cardíaca.
Aproximadamente el 4,2 % de la comunidad latinoamericana que vive en Europa está infectada por la enfermedad de Chagas. España es el país más afectado de Europa y se calcula que entre 50 000 y 70 000 personas en España padecen esta enfermedad. La forma más frecuente de contraer la enfermedad de Chagas fuera de Latinoamérica es cuando una madre transmite el parásito a su hijo durante el embarazo.
«En España tenemos ahora pacientes con enfermedad de Chagas que tienen un riesgo elevado de muerte súbita», afirma el autor Dr. Carlos A. Álvarez-Ortega, cardiólogo residente en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid, España. Necesitamos saber más sobre el funcionamiento de la enfermedad y cómo podemos evitar estas muertes».
El estudio actual, dirigido por la Dra. Elena Refoyo, se realizó en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III, que cuenta con una unidad de referencia nacional para enfermedades tropicales y medicina de viajes. Las personas de ascendencia latinoamericana acuden voluntariamente a realizarse las pruebas de detección de la enfermedad de Chagas y las que tienen un análisis de sangre positivo por T. cruzi se derivan a un cardiólogo.
«La mayoría de los pacientes son asintomáticos cuando llegan a la clínica», dijo el Dr. Álvarez-Ortega. «Han oído que la enfermedad de Chagas es mortal y que es frecuente en el lugar de donde proceden». Vemos a familias enteras pero principalmente realizamos las pruebas a mujeres jóvenes que quieren quedarse embarazadas y saben que la infección prenatal es un riesgo elevado. En nuestro estudio, buscábamos signos de la cardiopatía de Chagas antes de que los pacientes tuviesen síntomas».
El estudio incluyó a 145 pacientes con el parásito que habían sido derivados a cardiología. Los investigadores examinaron la historia clínica de cada paciente, incluido su país de origen, y la historia clínica familiar de enfermedad de Chagas o muerte súbita. Los pacientes se sometieron a un electrocardiograma transtorácico (ETT), a un ECG y a un examen físico.
Los pacientes con un ETT o ECG anómalo también se sometieron a una resonancia magnética cardíaca para buscar una cicatriz en el corazón causada por la enfermedad de Chagas. También se les colocó un monitor Holter durante 24 horas para registrar su ritmo cardíaco e identificar la bradicardia (frecuencia cardíaca lenta) provocada por la enfermedad.
La edad promedio de los pacientes era de 43 años, el 68 % eran mujeres y el 93 % procedía de Bolivia. Más de un tercio (34 %) presentó un ECG anormal y de ellos un 31 % tenía bradicardia. El bloqueo más frecuente en el sistema de conducción eléctrica del corazón fue el bloqueo de la rama derecha.
Más del 38 % de los pacientes presentó un ETT anormal. De ellos, el 34 % tenía la aurícula izquierda dilatada y casi el 15 % tenía disfunción diastólica. «Casi ninguno de estos pacientes tenía hipertensión, que es la causa más frecuente de dilatación auricular en la población general», afirmó el Dr. Álvarez-Ortega. «Esto sugiere que las anomalías son consecuencia de la cardiopatía de Chagas en estos pacientes jóvenes y asintomáticos».
Según la escala de Rassi modificada, que predice el riesgo de muerte de los pacientes con Chagas en los siguientes cuatro años, el 94 % de los pacientes participantes en el estudio tenía un riesgo bajo, el 4 % tenía un riesgo intermedio y en el 2 % de los casos el riesgo era elevado.
«Nuestro estudio muestra que los pacientes con la enfermedad de Chagas pueden ya presentar anomalías cardíacas aunque no tengan síntomas», dijo el Dr. Álvarez-Ortega. «Los pacientes infectados deberían recibir tratamiento de inmediato. Una vez que se establece una cardiopatía grave, el tratamiento puede provocar reacciones adversas».
Finalizó diciendo lo siguiente: «Recomiendo enfáticamente que las personas de ascendencia latinoamericana que viven en España, y especialmente las mujeres jóvenes, se sometan a pruebas para detectar la enfermedad de Chagas. Hacerlo puede salvar sus vidas y proteger la salud futura de sus hijos».
FIN